Cada día, millones de usuarios utilizan ascensores para desplazarse en edificios residenciales, comerciales o públicos. Antes de sumergirse en los detalles de los mecanismos y componentes que permiten el movimiento vertical de estos equipos, es importante saber que existen tres tipos principales de ascensores: los eléctricos, hidráulicos y neumáticos. El funcionamiento de cada uno varía según los elementos que impulsan el movimiento de la cabina.

Cuando un usuario pulsa el botón para llamar al ascensor, se activan una serie de operaciones que aseguran que el servicio se cumpla con la máxima seguridad. La maniobra es el elemento encargado de coordinar y gestionar todas estas operaciones, independientemente del tipo de tracción del ascensor. Una vez que se ha pulsado el botón, la maniobra ordena el cierre de las puertas de la cabina y activa el sistema de bloqueo de puertas de piso para garantizar la seguridad de los usuarios. A continuación, la maniobra ubica la planta donde se encuentra la cabina y ordena al grupo impulsor que la desplace en la dirección adecuada. Durante el desplazamiento, la cabina envía información sobre su ubicación, lo que le permite reducir la velocidad del grupo impulsor para asegurar una aproximación y nivelación adecuadas cuando se acerca a la planta solicitada. Cuando la cabina llega a la planta, la maniobra detiene el grupo impulsor y libera el sistema de bloqueo de puertas de piso para permitir que los usuarios entren y salgan de la cabina. Los usuarios pueden entonces pulsar el botón correspondiente a la planta a la que desean ir en la botonera de la cabina, lo que genera una nueva orden de viaje.

¿Cuál es el proceso de funcionamiento de un ascensor hidráulico?

El funcionamiento de un ascensor hidráulico se basa en el movimiento generado por un pistón hidráulico, el cual es impulsado por una bomba hidráulica que inyecta aceite a presión desde un depósito. Las válvulas controladas por la maniobra del ascensor regulan la velocidad y el sentido del aceite en el pistón. Durante el descenso de la cabina, el vaciado controlado del pistón es permitido por las válvulas de descenso, evitando así el consumo de energía. Hay dos subtipos de ascensores hidráulicos, que se clasifican según el sistema de suspensión y propulsión del pistón, y se diferencian en:

– Ascensores hidráulicos de acción indirecta. En este caso, el sistema de suspensión se compone de cables que se conectan al pistón del cilindro mediante una polea situada en la parte superior. Dichos cables se fijan a la cabina y a un punto fijo de modo que, al ejercer presión sobre el pistón, se genera el movimiento vertical de la cabina.

– Ascensores hidráulicos de acción directa. En el que el émbolo o cilindro se encuentra sujeto directamente a la cabina, el estribo o el chasis sin la presencia de una polea en el extremo del émbolo que impulse el movimiento vertical.

¿Y el funcionamiento de un ascensor eléctrico?

Los ascensores eléctricos utilizan un sistema de cables que se enrollan sobre una polea motriz en el grupo tractor, permitiendo que la cabina y el contrapeso se desplacen mediante la fricción de los cables. Estos ascensores son adecuados para su instalación en una amplia variedad de edificios residenciales y públicos debido a su versatilidad. Dentro de esta categoría, hay dos subtipos principales que se diferencian por el tipo de máquina que utilizan, y son:

– Ascensores eléctricos gearless. Presentan un motor síncrono con imanes permanentes que elimina la necesidad de un reductor, lo que permite reducir el tamaño del conjunto. Las ventajas que brinda su funcionamiento incluyen un rendimiento optimizado, una mayor eficiencia energética, una reducción del ruido y un movimiento más suave. Además, su máquina se puede instalar en la parte superior del hueco, lo que los convierte en una buena opción para edificios sin cuarto de máquinas.

– Ascensores eléctricos con reductor. Estos cuentan con un motor eléctrico de 1 o 2 velocidades que acciona un sinfín, que a su vez transmite la energía a una corona que hace girar la polea tractora. Este sistema requiere lubricación constante con aceite y necesita un cuarto de máquinas en la vertical del hueco, ya sea en su parte superior o inferior.

¿Y el funcionamiento de un ascensor neumático?

Los ascensores neumáticos operan gracias a un conjunto de turbinas que crean un vacío en un hueco sellado, generando empuje vertical para desplazar la cabina. A diferencia de los ascensores hidráulicos, las turbinas solo funcionan durante el movimiento vertical. Además, estos ascensores cuentan con un sistema de bloqueo de la cabina en cada planta, lo que evita la necesidad de que las turbinas estén en funcionamiento constante para sostener la cabina. Aunque no son adecuados para edificios con muchas paradas o cargas pesadas, son una opción práctica para mejorar la accesibilidad en viviendas unifamiliares.

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