Durante los meses de verano, todas las ciudades en España experimentan un aumento significativo en las temperaturas, en mayor o menor medida. Este cambio en el clima puede tener un impacto en diversos aspectos de la vida cotidiana, incluyendo el funcionamiento de distintas herramientas y equipos mecánicos, como los ascensores. La exposición a altas temperaturas puede causar problemas en los componentes del sistema de elevación y alterar su desempeño.
Dicho esto, el calor puede afectar negativamente el funcionamiento normal de los ascensores, a pesar de que son reconocidos por su fiabilidad y seguridad en el transporte vertical. Durante el verano, estos sistemas pueden experimentar fallos que, aunque en su mayoría son reparables, pueden generar inconvenientes en su operación. Por lo tanto, es fundamental conocer cómo influye el calor en su funcionamiento y cuáles son los problemas más comunes que pueden surgir, a fin de prevenir y minimizar los inconvenientes para los usuarios. Un adecuado mantenimiento preventivo también es clave para reducir la probabilidad de fallos. Entre los posibles fallos que pueden presentarse se encuentran:
⇒ Irregularidades en la velocidad de ascenso o descenso
⇒ Problemas en el funcionamiento de las puertas que pueden llevar a que alguien quede atrapado en la cabina
⇒ Detención inesperada de los motores eléctricos
⇒ Errores en la maniobra de los controles del ascensor
¿En qué aspectos influye más el aumento del calor?
-En el cuadro de maniobras:
Los fallos en los componentes electrónicos de la maniobra son ejemplos claros de cómo el calor puede afectar el correcto funcionamiento de los ascensores.
Estos componentes están en operación continua y se desgastan debido al uso, lo que se agrava en los meses de verano. Los errores causados por el mal funcionamiento de estos componentes pueden incluir desde problemas menores en la maniobra hasta la detención total de la instalación debido a fallas críticas en alguno de sus elementos.
-En la maquinaria y los motores eléctricos:
Cuando el calor aumenta, se produce también un incremento en la temperatura de la maquinaria de los ascensores eléctricos, en este caso, incluso el ventilador puede ser insuficiente para mantener los niveles de operatividad óptimos. Cualquier temperatura superior a 30 °C puede causar el desgaste de los componentes clave necesarios para su funcionamiento, lo que aumenta el riesgo de que el ascensor se detenga.
Esto ocurre en todos los motores eléctricos presentes en la instalación, incluyendo la máquina de tracción, los motores de los operadores de las puertas y la bomba de la central hidráulica en ascensores de tracción hidráulica.
-En la densidad del aceite:
Las altas temperaturas pueden afectar la densidad del aceite en los ascensores, lo que lo hace más líquido, especialmente en los ascensores hidráulicos. Esto puede causar problemas de nivelación y un movimiento poco uniforme, incluso deteniendo el ascensor durante el desplazamiento. Además, si la densidad del aceite se reduce demasiado, también puede afectar las puertas del ascensor, especialmente en modelos que utilizan sistemas de retención hidráulicos, lo que puede provocar cierres bruscos en caso de mal funcionamiento.
La disminución de la densidad del aceite también puede provocar su evaporación en los huecos más expuestos de las guías metálicas del ascensor, lo que a su vez puede causar ruidos molestos debido a la fricción de las guías. Por lo tanto, una de las posibles soluciones es realizar engrases más frecuentes para evitar que suceda estos problemas.
¿Qué se puede hacer para reducir el impacto negativo?
Como se ha mencionado previamente, llevar a cabo un mantenimiento adecuado, implementar medidas preventivas y, en caso necesario, buscar la asesoría de especialistas, pueden ayudar a prevenir problemas prolongados en el funcionamiento de los ascensores debidos a la exposición al calor. Es crucial planificar con anticipación y considerar tener baterías de emergencia para los distintos tipos de ascensores para mejorar aún más la seguridad. Existen diversas soluciones efectivas para prevenir problemas en el funcionamiento de los ascensores debido al calor, tales como:
Incorporar entradas de ventilación en los huecos de los ascensores.
Colocar elementos de ventilación adicionales en puntos clave para el funcionamiento del ascensor. Una opción simple es instalar un sistema de refrigeración en el cuarto de máquinas o un ventilador en la rejilla de entrada de aire natural.
Colocar láminas solares en ascensores acristalados para absorber hasta el 80% del calor y reducir la temperatura en el interior de la cabina de forma significativa.
Instalar un refrigerador para el aceite hidráulico en los ascensores hidráulicos, donde el fluido hidráulico puede aumentar mucho su temperatura debido a la ubicación del cuarto de máquinas o al gran número de viajes diarios.
Realizar ajustes periódicos en las puertas de los ascensores para ajustar los sistemas de retención y minimizar los golpes bruscos causados por las altas temperaturas.
Instalar aparatos de climatización en la cabina de los ascensores panorámicos ubicados en edificios acristalados para evitar sobrecalentamientos.
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