Hay pocas situaciones que pueden generar más tensión que una inspección de ascensores. Y no es para menos. Al igual que cualquier maquinaria compleja, un ascensor requiere mantenimiento constante y revisiones periódicas para garantizar su funcionamiento seguro. La inspección de ascensores se convierte en un punto crítico por diversas razones: el fallo en la inspección inicial de un ascensor en un edificio nuevo puede ocasionar retrasos en su apertura.
Incluso si un ascensor ya está en funcionamiento, no pasar la inspección puede resultar en la necesidad de detener su operación, lo cual no solo es inconveniente, sino que puede conducir a costosas reparaciones. Para evitar estos inconvenientes y gastos adicionales, es esencial establecer programas regulares de mantenimiento e inspección.
¿Qué implica una inspección de ascensores?
Si eres el propietario de un ascensor recién instalado, antes de ponerlo en marcha, debe someterse a una inspección inicial. Esta inspección, la más exhaustiva de todas, evalúa tanto la seguridad y funcionalidad del ascensor como la calidad general del hueco y del equipamiento del vestíbulo.
Seguridad y funcionalidad del ascensor:
Durante esta fase, se examinan minuciosamente todas las características de seguridad del ascensor. Desde la activación del limitador hasta la comprobación del embrague de la puerta, se asegura que cada mecanismo funcione correctamente, incluso bajo carga máxima. Además, se verifica la funcionalidad general del ascensor, desde el correcto funcionamiento de los botones hasta la suavidad de apertura y cierre de las puertas.
Seguridad y funcionalidad del hueco del ascensor y el vestíbulo:
El inspector también evalúa la seguridad y calidad del hueco y el vestíbulo. Se verifica que los huecos de las paredes estén debidamente cerrados según las normas de seguridad contra incendios y que exista suficiente espacio para el personal de servicio. También se comprueba el funcionamiento de detectores de humo y se asegura de que los espacios estén bien iluminados y libres de obstáculos.
Inspecciones anuales y quinquenales:
Todos los ascensores requieren una inspección anual, mientras que aquellos de tracción necesitan una revisión adicional cada cinco años. Durante estas inspecciones se evalúan todos los elementos de seguridad del ascensor, desde dispositivos de seguridad hasta la resistencia de los cables. Además, se somete al ascensor a cargas máximas para verificar el correcto funcionamiento de los frenos y dispositivos de seguridad.
Una inspección de ascensores es una medida crucial para garantizar la seguridad y funcionamiento óptimo de estos sistemas. No solo cumple con los requisitos legales, sino que también previene costosas averías y garantiza la tranquilidad de quienes los utilizan a diario.
¿Cómo podemos ayudarle?
Nos comprometemos a trabajar estrechamente con los propietarios de edificios para asegurar que cada ascensor cumpla con las nuevas regulaciones. Nuestros servicios incluyen asesoramiento detallado, modernización integral de equipos, actualización de sistemas de seguridad y accesibilidad, así como la gestión de todos los aspectos administrativos y técnicos relacionados con la normativa vigente.
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