Las poleas de un ascensor son componentes mecánicos que se utilizan para soportar y guiar los cables de acero que se utilizan para levantar y bajar la cabina del ascensor. Las poleas se encuentran en la parte superior del hueco del ascensor y están diseñadas para soportar el peso de la cabina y las personas y objetos que se transporten en ella.
Deben ser lo suficientemente fuertes como para soportar grandes cargas y estar fabricadas con materiales resistentes y duraderos. Además, las poleas deben tener un diámetro adecuado y un perfil de ranura preciso para garantizar que los cables de acero se ajusten correctamente y se deslicen suavemente.
Algunos elevadores utilizan poleas de tracción, que son poleas grandes y pesadas que se utilizan para transmitir la fuerza necesaria para levantar la cabina del ascensor. Otros ascensores utilizan poleas de inversión, que se utilizan para cambiar la dirección del cable de acero para que la cabina se mueva hacia arriba y hacia abajo en el hueco del ascensor.
Es importante que las poleas de ascensor se mantengan adecuadamente y se reemplacen según sea necesario para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento del ascensor. Un mantenimiento regular y un reemplazo oportuno de las poleas puede ayudar a evitar fallos y garantizar la seguridad de los usuarios del ascensor.

¿Cuándo y por qué es necesario el cambio de poleas en un ascensor?

Como ya hemos indicado, las poleas son componentes importantes del sistema de elevación de los ascensores, ya que se encargan de soportar el peso de la cabina y de las personas y objetos que transporta. Con el uso y el paso del tiempo, las poleas pueden desgastarse o sufrir daños, lo que puede comprometer la seguridad y el correcto funcionamiento del ascensor.

A continuación, os presentamos algunas de las situaciones en las que es necesario cambiar las poleas de un ascensor:

Desgaste: Las poleas pueden desgastarse con el uso, especialmente si el ascensor transporta cargas pesadas con frecuencia. Si el desgaste es significativo, la polea puede sufrir daños y presentar grietas o roturas, lo que compromete su capacidad para soportar el peso de la cabina.

Oxidación: Las poleas pueden oxidarse si están expuestas a la humedad o a otros factores ambientales, lo que puede provocar su deterioro y debilidad. Si la polea se encuentra oxidada, es necesario cambiarla para evitar riesgos.

Fallo en el sistema: Si se produce un fallo en el sistema de elevación del ascensor, es posible que la polea haya sufrido daños. En este caso, es necesario revisar y cambiar las poleas afectadas para garantizar el correcto funcionamiento del ascensor.

Obsolescencia: Con el paso del tiempo, es posible que las poleas se vuelvan obsoletas debido a cambios en las normativas de seguridad o a la introducción de nuevos materiales y tecnologías. En estos casos, es necesario actualizar las poleas para garantizar que el ascensor cumpla con las normativas de seguridad actuales.

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